Es una especialidad dentro de la odontología que se ocupa de la corrección de dientes y huesos maxilares mal posicionados. Trata las maloclusiones (el morder mal) y las deformidades de los huesos de la cara (mandíbula adelantada o retrasada etc).

Los dientes en mala posición, amontonados o en doble fila o inclinados, son difíciles de mantener limpios, sufren con más frecuencia caries y enfermedades de las encías, lo que hace que se pierdan precozmente.

A veces la mala relación de los dientes superiores con los inferiores provoca que no se muerda correctamente y exista una tensión anómala en los músculos masticatorios que acabe en dolores de cabeza y cuello y lesiones de ATM (articulación de la mandíbula con el cráneo).A ello se suma el aspecto estético. Los dientes mal alineados hacen que una sonrisa sea desagradable, con los problemas que ello acarrea, tanto sociales, por baja autoestima como incluso laborales, por la importancia que hoy dia se da al aspecto en puestos de trabajo cara al público.

Los tratamientos de ortodoncia aportan más salud y estética a nuestros dientes y sonrisas y facilitan otros tratamientos, como cirugía ortognática y prótesis con implantes, que sin la ayuda de la ortodoncia no serían posibles.

Dentro de la odontología existen dentistas que realizan un master en especialización en ortodoncia en centros universitarios de tres años de duración, siguiendo el programa Erasmus vigente en toda Europa. Estos ortodoncistas de dedicación exclusiva a la practica de ortodoncia. son los más indicados para llevar a cabo estos tratamientos que requieren un alto grado de conocimientos especializados.

La duración total se calcula aproximadamente, ya que depende de factores individuales como la gravedad del problema y la cooperación del paciente. Hay tratamientos que se hacen en dos fases separadas, pero en general, los tratamientos duran de 12 a 24 meses.

En términos generales el tratamiento no es doloroso. Al principio se puede producir alguna molestia que desaparece a los pocos días. No suele ser necesario el uso de analgésicos. Se suele notar como presión o molestias al masticar.

La mayoría de los problemas ortodóncicos aparecen en la dentición permanente, así que recomendamos que los niños a partir de los 6 años, cuando suelen erupcionar los primeros dientes definitivos, acudan a la consulta para revisar la oclusión y el entorno esquelético, por si hay problemas de estrechez del maxilar, desproporción de tamaño de la mandíbula o del maxilar con el resto de huesos del cráneo, hábitos, etc.

El tratamiento de pacientes adultos no sólo es posible sino que, en muchos casos, es necesario para corregir el progresivo deterioro de la dentadura y alargar su existencia. Si las encías y huesos de soporte se mantienen cuidados y sanos podremos obtener resultados similares a los de pacientes mas jóvenes.

Hoy en día los aparatos correctores tienen una apariencia más estética y cómoda, lo que contribuye a que aumente cada vez más el número de pacientes adultos que tratamos.

Los dientes que han sido sometidos a movimientos ortodóncicos tienen tendencia a volver a su posición original al menos durante dos años tras acabar el tratamiento. Por esta razón la duración de la fase de retención debe ser de al menos dos años.

Después podemos observar que aunque los dientes no se muevan hacia su posición original pueden hacerlo en cualquier otra, como consecuencia de los propios ajustes del sistema masticatorio y del “envejecimiento” del mismo. Son movimientos que se producen de manera normal, tanto en pacientes ortodóncicos como en personas que no fueron tratadas. Por eso es tan raro observar un alineamiento perfecto y natural durante toda la vida.

Se considera que tras los dos años de retención los pacientes ortodóncicos no se diferencian de la población general y por lo tanto están expuestos a que se les muevan los dientes de la misma manera.

Si queremos mantener este alineamiento perfecto debemos hacerlo de manera artificial, colocando los aparatos de retención durante un tiempo ilimitado y acudiendo a revisión una vez al año.

El tratamiento de ortodoncia no es costoso si se tiene en cuenta la gravedad del problema a resolver, la atención profesional constante y continuada, la cantidad y calidad de los aparatos y su prolongada duración.

El presupuesto está ajustado a cada caso, es personalizado. Se confecciona para cada paciente una forma de pago fraccionada sin intereses a lo largo del tratamiento y sin entradas para hacerlo más asequible.

Hay que distinguir el paciente en crecimiento del paciente adulto, sin crecimiento.

Para el niño y el adolescente se pueden poner aparatos que mejoren el equilibrio de los huesos de la cara, llamados aparatos de ortopedia. Una vez mejorada la posición de los maxilares se realiza el movimiento de los dientes hacia su correcta posición y engranaje con los aparatos propiamente ortodóncicos, ya sean brackets metálicos o estéticos, de porcelana o zafiro.